lunes, 16 de marzo de 2020

redención



Paula Rego - The Firemen of Alijo (1966)



Mirá si pudieramos pensar y practicar eso que llamamos redención desde una perspectiva de los cuidados, personales y colectivos, menos estereotipada. Podríamos acercarnos a la catástrofe -a la(s) cuarentenas, en este caso- de un modo quizás menos ansiógeno, alérgico y deprimente. Cuidar a otr*(s) ofrece una materialidad a la experiencia que interrumpe el rumiar estéril. Como si ese huidizo y muchas veces idealizado proyecto de redimir nuestros mundos finalmente descansara en esos gestos pequeños y difíciles. Como si pudiéramos conjurar la sensación de quemazón abrasiva que a veces nos invade y se nos difumina en todo  el cuerpo en los momentos de opresión física y mental. Escribe Judith Butler, y Sara Ahmed se encarga de citarla y de recordarla con sudorosa obstinación, que cuando falta la respiración es porque hay una opresión por reconocer y por indagar. Y que no hay florecimiento individual ni colectivo posible sin esa dolorosa indagación. En este camino la posibilidad de quemarnos y desvanecernos está tan presente como la de emerger, sobrevivir, torcer, dejar entrar, pasar y, nuevamente, florecer y respirar. Atravesar otros aires, tal vez menos viciados, no sólo para respirarlos sino también para vivirlos.

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